Advierten que podría convertirse en espacios de contagio de la temible pandemia
La Contraloría General de la República observó las ollas comunes que implementó la Municipalidad Distrital de San Sebastián para las personas de alta vulnerabilidad por el COVID-19. Se advierte que hay falta de salubridad, la misma que podría afectar la salud de la población en estado de vulnerabilidad debido a la emergencia sanitaria y también problemas en la dotación de alimentos para cumplir los objetivos del plan desarrollado por dicha comuna.
El Informe N° 007-2020-OCI/1628-SVC señala por ejemplo que durante la verificación que se realizó a las instalaciones de la olla común de la APV Virgen de Belén, se observó que los desperdicios de residuos de pollo y otros alimentos, así como de las aguas residuales, no se disponen de forma sanitaria, evacuándose a un canal abierto, el cual atrae moscas convirtiéndose así en un foco infeccioso y de contaminación.
De la misma manera el documento precisa que en algunas de ellas (comités de ollas comunes) no se tiene una zona exclusiva y acondicionada con contenedores o recipientes para el desecho de residuos sólidos (desperdicios y cáscaras de las verduras), las cuales las acumulan en bolsas negras dentro del ambiente donde se preparan los alimentos, conjuntamente con los materiales y objetos en desuso.
La Municipalidad Distrital de San Sebastián asignó un presupuesto de S/ 73 890, 00 para atender a diferentes APVs como Alto Qosqo, Margen Derecha, Wimpillay, Santa Rosa y beneficiar con 1 000 raciones (menús) semanales a los pobladores vulnerables durante la pandemia del coronavirus.
Asimismo, se advierte que en otros sectores donde se brinda este servicio se verificó que los productos se encontraban expuestos a una posible contaminación por su inadecuado almacenamiento, incluso cerca de espacios para la disposición de residuos sólidos. Los insumos para la preparación de los alimentos se encontraban en espacios que no permiten la circulación de aire y también se realiza el lavado de las ollas y utensilios en un área que no era destinada para ello. A ello se suma que las personas que realizan la preparación de las raciones del menú no contaban en algunos casos con la indumentaria adecuada (guantes y delantal de plástico).
Lo más preocupante es que durante la visita de control, los propios responsables de las ollas comunes (los comités) manifestaron que los encargados (Municipalidad Distrital de San Sebastián) no realizan constantemente visitas de inspección de la preparación y distribución de las raciones de alimentos, lo que conllevaría a que no se esté desarrollando un seguimiento y vigilancia sanitaria y de bioseguridad.
SIN CONTROL.
Otro punto de observación que hace la contraloría es la falta de registro de ingreso y salida de los insumos del almacén (kárdex), afectando el control y la correcta dotación de alimentos, lo que podría ocasionar la pérdida o el vencimiento de los mismos y lo más preocupante es que la municipalidad no estaría cumpliendo con la dotación de alimentos y por ello los comités se auto sostienen con el cobro de S/ 2.00 el menú. Se advierte que esta situación podría generar incertidumbre en el cumplimiento de los objetivos de la actividad y la ejecución del presupuesto. La municipalidad debía de dotar alimentos del 11 de mayo al 12 de junio.
SAN SEBASTIÁN RESPONDE.
Si bien el programa de las ollas comunes ya culminó en dicho distrito el pasado 12 de junio, este semanario se comunicó con el gerente de Desarrollo Social y Humano de la Municipalidad Distrital de San Sebastián, Marco Antonio Cavero, para recoger su versión sobre las observaciones hechas por la contraloría, quien manifestó que pudo haberse presentado algunos errores como la falta de seguimiento para que los protocolos establecidos puedan ser aplicados en los comités de gestión de las ollas comunes, aunque precisó que desde la comuna previamente se hizo las capacitaciones necesarias para que en la APVs lleve adelante este plan de manera que no pueda ser un espacio de contagio.
En relación la observación que hizo que la contraloría sobre la falta de indumentaria, el funcionario municipal explicó que esta situación se presentó debido que en los comités las personas se turnaban para cocinar y estas no necesariamente venían con sus implementos, por lo que señalo que ellos (el municipio) tampoco podía hacer el seguimiento permanente debido a la falta de personal y también por el incremento de los comités que se dio. Señala que incluso tuvieron que racionalizar los alimentos para los nuevos comités que se formaron, razón por lo que no necesariamente se entregó los productos hasta el último día.
En relación al cobro de S/ 2.00 el menú, Cavero aclaró que desde la municipalidad nunca se dispuso, sino que fue por iniciativa de los comités para que puedan ser auto sostenibles, por lo que actualmente muchos de ellos continúan con la preparación de los alimentos sin necesidad de que la municipalidad les dote de insumos; además reconoció que se hace difícil la aplicación de los protocolos debido a que muchas zonas no tienen agua potable y son a la vez la población más vulnerable por el COVID-19.
Consultado si se aplicará las ollas comunes en otros sectores, adelantó que actualmente están a la espera de que se les pueda facilitar de presupuesto, aunque refirió que también otra manera de apoyar a la población vulnerable es entregando los productos perecibles de la manera directa y así se tendría menos contacto.