Debido al bajo grado de contagio por coronavirus que se registra en las zonas altoandinas, vivir en ciudades de altura podría ser una recomendación oficial en el Perú para las poblaciones altamente vulnerables al virus, en tanto se crea la vacuna inmunológica.
El médico infectólogo Eduardo Gotuzzo dijo que los bajos niveles de contagio que registran regiones como Huancavelica, Puno, Apurimac, Ayacucho, Cusco, ubicadas en el corazón de los andes peruanos, no ha pasado desapercibido para los médicos nacionales, que ahora evalúan si la recomendación de ir a vivir a esas regiones podría ser incluida como una medida de salud pública, hasta que se cree la esperada vacuna.
La medida estaría dirigida a poblaciones altamente vulnerables al virus, como personas de la tercera edad con cierto grado de comorbilidad (hipertensión, diabetes, obesidad mórbida) y sería por un periodo de seis meses.
Sin embargo, Gotuzzo, miembro del Comando Nacional Covid-19, es tajante al señalar que primero tendrá que determinarse si, efectivamente, la altura y las condiciones físicas y biológicas que ésta genera en sus pobladores, constituyen una barrera geográfica natural a la propagación del virus, como lo insinúan los bajos niveles de contagio que registra el Ministerio de Salud.
“Nosotros estamos estudiando bien esa parte porque queremos mirar si es esa una medida de salud pública que puede ser útil para determinadas poblaciones, que [vayan] por seis meses a vivir en la altura. Podría ser una manera de reducir [los contagios] hasta que tengamos vacuna. Vivir en las alturas, aparentemente, podría proteger a la población. Remarco, estoy hablando en condicional”, señaló en declaraciones al diario El Peruano.
No sería la primera vez que esto sucedería en el país. Es extendida la recomendación, oficial o no, para que los asmáticos vayan a vivir a las poblaciones de clima seco, Chosica, por ejemplo, huyendo de la humedad limeña.
Mapa del calor
La complicada geografía de los Andes peruanos, así como las características físicas de sus pobladores, nacidos sobre los 2,000 metros de altitud, han coincidido para impedir el avance del covid-19 en estas regiones, según reveló el Mapa del Calor que identifica por dónde se mueve el virus.
Con más de 170,000 casos de la enfermedad en Perú, registrados desde marzo último, el mayor porcentaje de estos se encuentran en las ciudades de la costa, como Lima, Callao, Piura o Lambayeque, y de la selva amazónica, como Pucallpa e Iquitos.
Sin embargo, existen al menos once regiones, de las 25 que tiene el país, que registran menos de 200 casos por cada 100,000 habitantes, lo que las ubica en el nivel más «frío» del Mapa del Calor, creado por el seguro social Essalud, para monitorear el avance de los contagios.
«Afortunadamente para nuestro país tenemos varias regiones en las zonas altoandinas y ahí no se está evidenciando mucha afectación a los pobladores», explicó esta semana el jefe de la Unidad de Inteligencia y Análisis de Datos de Essalud, Dante Cersso a la agencia Efe.
«Vemos el caso de Puno, Cusco, Apurímac, Ayacucho y Huancavelica, donde hay una cantidad menor a 200 personas contagiadas por cada 100.000 habitantes», acotó Cersso al mostrar el mapa elaborado con base en los casos positivos y sus direcciones, consignadas en el Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (Reniec).
Las andinas Huancavelica, Apurímac, Cusco, Moquegua, Cajamarca y Ayacucho tenían en conjunto 22 fallecidos por el coronavirus de un total de 4,634 muertos a nivel nacional, según las cifras registradas hasta este lunes.
Razones, explicaciones
Pero ¿qué razones explican que los habitantes estén más protegidos contra el coronavirus? El doctor Gotuzzo, científico al fin y al cabo, no habla de certezas, pero sí explicaciones que valen la pena tener en cuenta y empezar a estudiar, para ver qué provecho se le puede sacar para combatir los contagios.
Primero, que en los andes existe mucha luz ultravioleta, y eso impide la sobrevivencia de los microbios, y un ejemplo de ello es la tuberculosis, una enfermedad que no se ha diseminado mucho en las ciudades de altura, precisamente por esa razón.
Una segunda razón sería que cuando una persona vive en las alturas, (ojo, cuando vive, no cuando llega) genera en su organismo menos receptores ECA (receptores que están en la células, principalmente en los pulmones) que son filtros por donde entra el virus. Al ver menos puntos de ingreso, los virus no pueden ingresar tan fácilmente.
Esta menor generación de receptores ECA es compensada con la producción de mayor óxido nítrico, lo que aumenta la circulación pulmonar. Así, en lugar de tener 10,000 microvasos, se cuentan con 100,000, y si el virus te destruye 1,000, aún te quedan 90,000 como reserva. Caso contrario, si hay 10,000 microvasos, pero el virus te lleva 9,500, apenas te quedan 500 para recuperarte.
- Fuente: El Peruano