POBLETE AHORA DEFIENDE A UN ACUSADO DE VIOLACIÓN

Antes perseguía a los delincuentes de forma histriónica.

La semana pasada, un escandaloso delito se habría suscitado en el Cusco, pues un oficial de la Policía Nacional del Perú (PNP) fue acusado de violar a una suboficial de 24 años que se en­contraba en condición vulnerable; sin embargo, más que el propio caso, ha causado mucha sorpresa que Eduardo Poblete Barberis sea el abogado de­fensor de tan abominable delito. Así consta en el Acta de Registro de Au­diencia Pública de Prisión Preventiva que fue emitida por el Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Justicia del Cusco el pasado 10 de julio, cuando el exfis­cal se presentó como flamante juris­consulto particular.

Poblete fue fiscal de prevención del delito hasta el pasado 24 de junio. Su estrepitosa renuncia fue aceptada por el propio Fiscal de la Nación, Juan Carlos Villena Campana y publicada en el Diario Oficial El Peruano recién el 12 de julio. El mediático exfiscal se vio obligado a renunciar, luego de es­tar envuelto en un escándalo, pues el Diario El Tiempo de Cusco del grupo Qosqo Times informó que el sobrino de Eduardo Poblete Barberis, el em­presario Marco Echegaray Barberis era propietario de la discoteca ‘Maia’, centro nocturno ubicado a pocos me­tros de Saqsaywaman pero que nunca había sido cerrado ni intervenido por el exfiscal.

Ante la denuncia periodística, Eduar­do Poblete no tuvo peor reacción que acusar al medio de comunicación, de actuar bajo un incentivo económico de las bandas delincuenciales. “Apa­rentemente (los delincuentes están contratando periodistas) tratan de amedrentarme, Cusco podría estar peor que Trujillo pero tenemos lo que ponen las gallinas, y los correteamos, le pido a la población si es que escu­cha este medio, me ha decepcionado, el medio ha crecido rápidamente, de lo que era un semanario, ¿qué estamos viendo?, está defendiendo a esta gente y deja mucho qué pensar, ¿cuánto cos­taría parcializar un medio’, ¿de dónde financian sus actividades? le pediría a mi colega de Lavado de Activos que husmee”, dijo Poblete de forma te­meraria y sin ninguna prueba. Días después la presidenta de la Junta de fiscales de Cusco cambió a Poblete a otro cargo. Esto fue asumido como una humillación y decidió renunciar.

Eduardo Poblete había advertido que se dedicaría a la defensa libre. Lo que nunca dijo es que defendería a acu­sados de delitos tan graves como una violación. Tal vez, en los próximos días, no sea raro que el incansable e histriónico perseguidor de delincuen­tes, sea visto en las audiencias defen­diendo a acusados de extorciones, si­cariato o tal vez, a los dueños de las discotecas ilegales que funcionan en el Centro Histórico del Cusco.

EL CASO QUE DEFIENDE POBLETE

La tarde del 7 de julio pasado, una suboficial de tercera de la Policía Na­cional del Perú, de solo 24 años, rom­pió su silencio y denunció a su supe­rior, el mayor Eber Quispe Rocca, por el delito de violación sexual. Lo que debió ser un ambiente de camaradería y confianza entre colegas, se transfor­mó en una pesadilla en los servicios higiénicos de un bar-restaurante en el distrito cusqueño de San Jerónimo.

Según su testimonio de la mujer, el abuso habría ocurrido aproximada­mente a las seis de la tarde del 6 de julio, en los servicios higiénicos de un bar-restaurante que está ubicado cerca del penal del Cusco. La denunciante es natural de Lima y nunca imaginó que su jefe, un hombre de 41 años, se convertiría en su agresor.

El bar restaurante, albergaba a cua­tro efectivos policiales incluyendo a Quispe Rocca y fue el escenario de una reunión que comenzó a las cuatro de la tarde. Entre cervezas y conver­saciones, la atmósfera pareció amiga­ble hasta que dos de los policías, los efectivos de apellidos Veliz y Auca­puro abandonaron el lugar, dejando a la suboficial y al mayor Quispe Rocca solos. Después, todo fue una pesadilla.

La denunciante relató entre lágrimas que al dirigirse a los servicios higiéni­cos fue seguida por el mayor Quispe Rocca, jefe del Escuadrón Verde de la Policía en Cusco. La fuerza bruta se impuso. La mujer estaba en estado de ebriedad. Según el parte policial y el testimonio de la joven policía, el agresor la redujo y la violó sin piedad, ignorando sus súplicas y llantos des­esperados. La joven no tuvo oportuni­dad de defenderse del abuso.

La denuncia formal fue presentada en las oficinas de investigación de homi­cidios, secuestros y violación sexual de la PNP al día siguiente de los hechos, el 7 de julio. La investigación está a cargo de la fiscal Doris Gabriela Ríos Dueñas, encargada de la Fiscalía Es­pecializada en Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Fa­miliar del Cusco,quien logró 6 meses de prisión preventiva contra el mayor PNP Eber Quispe Roca. Eduardo Poblete se acreditó como abogado del imputado.

Acta del Poder Judicial que acredita a Poblete como abogado del presunto violador.

Eduardo Poblete.

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