LAS FERIAS SON PARA LUCRAR

Huancaro y la Cusqueñísima son dos ejemplos de lo que ocurre en estas organizaciones de Cusco.

El pasado domingo 25 de junio, miles de cusqueños asistieron Expo Cusco Huancaro 2023, conocida como la feria de Huancaro, para ver el espec­táculo que daría la agrupación aya­cuchana Antología; sin embargo, a golpe de las 11 de la noche, los asis­tentes comenzaron a tirar las sillas y los vasos de cerveza al estrado, en medio de insultos a la organización. El concierto de este grupo se había suspendido sin ningún tipo de aviso previo. Los asistentes se sentían es­tafados, pues no se les devolvió los 20 soles que habían pagado por su ingreso. “Todos los años es lo mismo. Anuncian a los artistas y al final no llegan. Dónde están las autoridades que velan por el derecho de los con­sumidores. No puede ser que hayan seguido vendiendo las entradas a sa­biendas que Antología no llegaría. La verdad es que esto es una estafa que no se puede permitir. (…) Yo no ten­go tiempo para estar reclamando, al igual que las 5 personas que han ve­nido conmigo, consideramos que este dinero es perdido”, señalaba uno de los asistentes.

Al día siguiente de estos hechos, la or­ganización del Expo Huancaro, mos­traba mediante las redes sociales que la agrupación Antología, no se había presentado por una cancelación de su vuelo y aseguraban que el concierto se cumpliría el viernes 30 de junio, para el cierre de la feria; sin embargo, esto tampoco ocurrió. Simplemente sacaron un nuevo comunicado que daba cuenta de la cancelación.

Paola Aragón Iturri, jefa del Ins­tituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) señaló que se había abierto una in­vestigación que podría terminar con una multa de 450 Unidades Imposi­tivas Tributarias (UITs) que equiva­le a 2 millones 227 mil 500 soles y que tendría que pagar el Gobierno Regional de Cusco, organizador de la Expo Huancaro 2023. Otra de las medidas que podría disponer Indeco­pi es la devolución de las entradas a los asistentes. “Todo dependerá de la investigación que realicemos y para eso, deberemos escuchar a los organi­zadores”, indicó la funcionaria.

Pero este año, la desorganización de Huancaro fue tal, que los propios asistentes debieron reclamar en las ventanillas por hechos que considera­ban publicidad engañosa, púes el día 25 de junio, cientos de personas fue­ron impedidas de ingresar a la feria, pese a contar con una entrada de cor­tesía que habían recibido en la Plaza Mayor de Cusco. Les dijeron que el “pase libre”, era válido solo para el día jueves 23 de junio. “Acá en la entra­da no dice para cuándo es válida y se entiende que es para cualquier día. Esto es publicidad engañosa. Somos 7 personas que llegamos a la feria y 3 teníamos este pase que no vale, pero ya estamos acá, no nos queda otra que pagar”, señaló uno de los perjudica­dos.

Las imágenes de los destrozos oca­sionados por los asistentes al concier­to cancelado de Antología y los re­clamos de quienes portaban un pase libre para la feria, quedó expuesto por las redes sociales y las críticas llovie­ron a la organización de esta feria que tiene más de 20 años en Cusco.

LA MUERTE RONDÓ LLAULLIPATA

Otra de las ferias que se organizó en Cusco fue la Cusqueñísima, la cual se ubicó en la hacienda LLaullipata que está dentro del parque Arqueo­lógico de Saqsaywaman. Se presen­taban como una propuesta ordenada y más segura que otras alternativas feriales; sin embargo, el viernes 30 de junio a las 2 de la tarde un jo­ven de 26 años fue sacudido por la electricidad de un poste y cayó desde 3 metros de altura. Estaba armando los toldos de la organización. El obrero no contaba con implementos de seguridad y realizaba estas labores fuera del su horario de trabajo. “Mi hermano trabaja armando toldos en la feria Cusqueñísima de la hacienda Llaullipata, el día de hoy sufrió un accidente muy grave se ha electro­cutado, pese a la aprobación de de­fensa civil que permitía armar fierro a menos de un metro del alumbrado público. Mi hermano está en coma ahorita y esta feria sigue funcionan­do con normalidad ningún repre­sentante se hace responsable o da la cara, echan la culpa a terceros”, seña­la el hermano del accidentado.

Hace una semana, el alcalde de Cusco, Luis Beltrán Pantoja Calvo, advertía de lo que podría ocurrir en Llaullipata, cuando sus organiza­dores de La Cusqueñísima, exigían el permiso de funcionamiento. “No pueden estar acostumbrados a ha­cer lo que les da la gana. Si quieren hacer un evento primero deben de sacar su licencia y luego empezar a vender sus boletos. Será uno de los últimos espectáculos que se realicen en Llaullipata porque el lugar no ga­rantiza la seguridad de los asisten­tes”, explicó el burgomaestre, como presagiando lo que ocurría.

En Llaullipata, las personas que han alquilado uno de los puestos de ven­ta, se han quejado de haber sido es­tafados. Indican que la organización les había prometido que durante los días de evento, asistirían un prome­dio de 20 mil personas y que eso les aseguraría la venta. Les cobraron 600 soles por stand y nada de lo pro­metido fue real. “La feria Cusqueñí­sima era del 29 de junio al 2 de julio pero a nosotros los feriantes, nos han obligado a estar acá desde el 27 de junio. No hay gente, pues para llegar a este sitio, no hay transporte públi­co y encima los espectáculos musi­cales están separados de la feria y eso, no nos advirtieron. Además, una vez que la gente está acá dentro, les cobran por todo y eso nos perjudica a nosotros que no podemos vender nada”, señala un feriante que llegó desde Lima.

DELINCUENCIA, SUCIEDAD Y DESORDEN

En los alrededores de la feria de Huancaro, los vecinos están muy molestos por la suciedad que ha ge­nerado la asistencia de las personas y por la presencia de ambulantes. “La multitud utiliza la pared de nuestras casas como un urinario y nadie lim­pia, imagínese el olor en pleno sol. Encima la basura y la delincuencia que se genera. Ni hablar de la bulla que no nos deja descansar. Esto es de todos los años y lamentablemente nos hemos acostumbrado”, se queja un vecino de la zona.

¿DE DÓNDE?

La organización de la feria de Huan­caro siempre estuvo a cargo de terce­ros; sin embargo, estos últimos años, a sido organizada por la gerenecia de Desarrollo Económico del Gobier­no Regional del Cusco, hecho que es visco como un hecho ilegal por algu­nos entendidos, pues consideran que el Estado no debe gastar dinero en organizar estas actividades.

El propio gobernador regional Wer­ner Salcedo ha inaugurado la feria, junto con sus funcionarios y prác­ticamente ha avalado su funcio­namiento y los gastos que se han realizado; sin embargo, hasta el mo­mento no se ha pronunciado por la mala organización.

De esta manera, dos de las tantas ferias que se realizan en Cusco, son solo un ejemplo de lo que ocurre en otras provincias. Sin embargo, exis­ten otros ejemplos feriales que sí es­tán funcionando de manera adecua­da y que se deben imitar para evitar nuevos fiascos.

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