Crece la expectativa y polarización en la ciudadanía.
La llegada de un día clave se acerca rápidamente, el 19 de julio, fecha en la que ha sido convocada en todo el país la denominada ‘Tercera toma de Lima’. Este evento buscará una vez más conseguir, a través de la realización de las protestas sociales, el adelanto de elecciones generales, así como el retiro del Ejecutivo y Legislativo Nacional. La convocatoria ha generado una gran expectativa, polarización y hasta polémica en la sociedad peruana.
Como en el resto del país, en la ciudad de Cusco, las posiciones respecto a esta convocatoria están divididas. Por un lado, los sectores relacionados con el turismo están preocupados por el reinicio de las protestas, ya que temen que esto afecte al turismo y a la reactivación económica de la región. Ello debido a que el Cusco es reconocido a nivel mundial por su patrimonio histórico y cultural, y depende en gran medida de los ingresos generados por el turismo, sector que es altamente vulnerable a este tipo de eventos.
“Estamos sumamente preocupados, porque ninguna de las paralizaciones que se han convocado a lo largo del anterior año, (y) las convocadas a principios de este año (…) no han servido en absolutamente nada. (…) Cada vez la economía de los cusqueños está en peligro, tenemos una tasa de desempleo cada vez más alta. En los últimos tres años se ha incrementado en un 15 % la pobreza extrema en la región del Cusco, y está es una situación insostenible, que no va a ser solucionada con manifestaciones”, dijo Carlos González, presidente de la Cámara de Comercio de Ollantaytambo.
Por otro lado, existen otras organizaciones en Cusco, como los transportistas del servicio urbano y los comerciantes de mercados, que han señalado que no apoyarán las medidas convocadas para el 19 de julio. Estos sectores consideran que las protestas podrían generar disturbios y afectar la normalidad de las actividades comerciales y de transporte en la región, perjudicando sus actividades económicas diarias.
No obstante, hay otros gremios en Cusco que están abiertamente a favor de la convocatoria y apoyan las medidas propuestas. Estas organizaciones sostienen que las acciones planificadas para el 19 de julio serán pacíficas y buscarán ejercer presión de manera democrática para lograr cambios políticos y sociales en el país. Ya que consideran que es necesario impulsar reformas y generar un ambiente propicio para un sistema político más justo y transparente.
“Nosotros como Federación Universitaria del Cusco vamos a respaldar las justas medidas de nuestros compañeros. (…) Nosotros vamos a tener en los siguientes días reuniones para determinar el modo de nuestra participación. (…) Las instituciones están en peligro, porque lo que está haciendo el Congreso es atrapar las instituciones, y eso es muy lamentablemente. Yo hago un llamado a la ciudadanía a que debamos movilizarnos, por la recuperación de la independencia de las instituciones”, refirió Leonela Labra, presidente de la FUC.
Es importante destacar que estas posturas encontradas reflejan la diversidad de opiniones y visiones que existen a hoy en la sociedad peruana, pues la convocatoria para la ‘Tercera toma de Lima’ ha despertado un debate intenso sobre los problemas y desafíos que enfrenta el país, así como las posibles soluciones. Es fundamental que estas manifestaciones se desarrollen de manera pacífica y respetando los derechos de todas las personas involucradas.
El ejercicio del derecho a la protesta es un pilar fundamental de la democracia, siempre y cuando se realice dentro del marco legal y sin poner en riesgo la integridad de las personas y la estabilidad del país. En este contexto, es responsabilidad tanto de los organizadores de las protestas como de las autoridades garantizar que se respeten los derechos humanos y se eviten actos de violencia. Además, es necesario que se promueva el diálogo y la búsqueda de consensos para encontrar soluciones a los problemas planteados.
La situación en Cusco pone de manifiesto la necesidad de equilibrar las demandas sociales con el cuidado de los sectores económicos vulnerables. Es importante buscar alternativas que permitan el ejercicio del derecho a la protesta sin perjudicar de manera irreparable la economía de la región. Es así que, la llegada del 19 de julio, se configura como un día clave en la historia del país, lo que genera grandes expectativas y divisiones en la sociedad peruana. En Cusco, la fragmentación en posturas es innegable. La Tercera toma de Lima marcará un día trascendental en la lucha por cambios políticos en el Perú.