Las 313 obras paradas, son el 15.2% a nivel nacional.
El año 2013, las autoridades y organizaciones sociales de Cusco, rechazaban el proyecto arequipeño Majes Sigua II, con el argumento que dejaría sin agua a la provincia cusqueña de Espinar. Ante esta postura, el gobierno regional representado por Jorge Acurio Tito y el gobierno central encabezado por Ollanta Humala, ambos del partido nacionalista, decidieron implementar de inmediato y sin expediente técnico, 3 proyectos de riego en Espinar para tratar de “frenar” la postura contraria a Majes Siguas II. Uno de estos proyectos fue Pallallaje en el distrito de Coporaque, la obra de riego esta valorizada en más de S/ 80 millones y debe beneficiar a casi 800 familias. Han pasado 10 años y los trabajos solo han llegado al 50 %. La obra está paralizada, al igual que otros 312 proyectos en Cusco. La información presentada por la Contraloría General de la República, está actualizada hasta julio de este año.
Una vez terminada la gestión nacionalista, los gobiernos entrantes han tratado de “parchar” técnicamente los vacíos existentes en la obra de irrigación, hasta que la gestión regional encabezada por Jean Paúl Benavente, paralizó los trabajos por completo. No quería tener “problemas” y al parecer, en 4 años de gobierno, tampoco tuvo la capacidad de solucionarlos. La nueva gestión de Werner Salcedo ha decidido reiniciar y concluir la obra, ¿lo logrará? Pallallaje es solo un ejemplo de la irresponsabilidad política que da inicio a obras con un objetivo político pero sin cumplir con los requisitos técnicos.
Proyectos como Pallallaje hay en todo el Perú. Son un total de 2, 055 obras públicas paralizadas a nivel nacional, pertenecientes a los tres niveles de gobierno, las cuales no se han concluido y no reportan ningún avance en su ejecución física durante más de seis meses, y de estas, el 53.2% se concentran en seis departamentos y Cusco es la región que más obras paralizadas suma, 313 en total, las cuales representan el 15.2% del total a nivel nacional. Luego aparecen Puno con 251 (12.2%), Lima con 156 (7.6%), Áncash con 137 (6.7%), Ayacucho con 128 (6.2%) y Cajamarca con 109 (5.3%).
En el caso de Cusco, son S/ 710 millones que aún faltan ejecutar. Esta inversión significa miles de puestos de trabajo de mano calificada y no calificada, que es el mayor reclamo de la población. Según el reporte de Contraloría, son las municipalidades las que concentran el 70 % de las obras paralizadas, mientras que el gobierno regional y el central, cada uno acumula el 15 % de proyectos estancados por más de 6 meses.
POR NIVEL DE GOBIERNO
El reporte de Contraloría señala que, por nivel de gobierno, el mayor número de obras paralizadas corresponde a entidades a nivel de gobierno local con 1,503 obras paralizadas por S/ 6,488 millones; seguido de entidades pertenecientes al Gobierno Nacional con 315 obras, con un monto de inversión de S/ 9,710 millones. En tanto que las entidades a nivel de Gobierno Regional cuentan con 237 obras, cuyo monto de inversión asciende a S/ 9,222 millones
Para culminar dichas obras se requiere ejecutar un saldo de inversión de S/ 2,988 millones a nivel del Gobierno Local, S/ 4,655 millones en el Gobierno Nacional y otros S/ 5,039 millones en instancias del Gobierno Regional.
La mayor cantidad de obras paralizadas se siguen concentrando en el sector de Transportes y Comunicaciones con 565 (27.5% del total), Vivienda, Construcción y Saneamiento con 443 obras (21.6%), Educación tiene 288 obras paralizadas (14.0%), Agricultura con 266 (12.9%) tiene obras detenidas como el mejoramiento de la irrigación en Marcahuasi – Mollepata en Cusco (S/ 27 millones).
Con todos estos datos, queda claro que son los gobierno municipales, los que deben mejorar su calidad técnica-administrativa para revertir la falta de obras, mientras que la gestión central y el Gore deberían concentrarse en suministrar las capacidades logísticas para ayudar a los municipios, además de reiniciar sus propios proyectos.