Se suspendió desalojo por supuesta ambigüedad.
Trágicamente, todo parece indicar que la oscura nube de la contaminación se seguirá cirniendo sobre el cielo cusqueño. El último lunes, el rayo de esperanza del cierre de las ladrilleras informales fue arrancado de aquellos que anhelaban un futuro más limpio, por un inesperado y desgarrador giro en el tablero judicial.
El destino, cruel y caprichoso, ha vuelto a tejer una telaraña en las entrañas del distrito de San Jerónimo. El proceso de cierre y desalojo de estos hornos contaminantes, fue suspendido. La razón, un siniestro supuesto caso de ambigüedad en la resolución judicial.
El alcalde distrital, Máximo Rimachi, argumenta que ha cumplido con la medida de la Corte Superior de Justicia del Cusco que dispuso el cese inmediato en un plazo de 10 días de la Asociación de Tejas y Ladrillo de Sucso Aucalle Sociedad Anónima, dedicada a la extracción de los materiales para la fabricación, aunque está no pudo proseguir debido a que sí posee la documentación, entre ellas la licencia por parte del Ministerio de Energía y Minas para actividades de extracción minera. Además que está resolución no contempla el cierre de hornos ladrilleros, que se trataría de otra personería jurídica.
Los representantes de esta asociación también han mantenido está postura, indicando que ellos solo se dedican a la extracción de materiales como la arcilla, y que por esta actividad cumplen con las normativas correspondientes. En tanto, el colectivo Vida, Salud y Medio Ambiente, ha anunciado que cuando iniciaron las demandas su queja fue contra los empresarios que se dedican a la quema de ladrillos y no contra la empresa extractora de los materiales.