A pesar de tener 60 locales alquilados en el Centro Histórico, el desastroso manejo ha dejado en rojo a esta institución
Las caras de alegría que tienen los más de 60 niños en el Hogar de Menores María Salomé Ferro, contrasta con la idea de sufrimiento, que tenemos de un orfanato. Todos están bien vestidos, consumen sus tres alimentos diarios, asisten a sus centros educativos e incluso, este año hay dos ingresantes a la universidad. Estos infantes y adolescentes, cuentan con asistencia médica, recreación y el afecto que le brindan sus protectores de la Sociedad de Beneficencia Cusco.
Igual que los niños, los 102 ancianos que viven en el centro gerontológico San Francisco de Asís, tienen un trato digno. Su alimentación, medicinas y sobre todo el afecto, está garantizado. Cada vez que hay visitas, estas almas experimentadas, los reciben de forma muy cariñosa. Una conversación con estos jóvenes de cabello blanco, se convierte en toda una lección de vida. Los ambientes lucen limpios y seguros, gracias al esfuerzo que hace la administración. Sin embrago, todos estos octogenarios son privilegiados, pues hay otros que tienen las mismas necesidades pero no pueden ser atendidos por falta de cupos en el gerontológico que también es auspiciado por la Beneficencia.
Otro espacio muy especial, donde las personas en desamparo reciben ayuda a cambio de nada, es el hospital de salud mental Juan Pablo II, donde 58 pacientes son asistidas de forma hospitalaria, con alimentación y otros cuidados. La mayoría de estos seres humanos fueron olvidadas por sus familias pero no por la Beneficencia que tiene todo un equipo de médicos, enfermeras y técnicos especializados a su disposición.
A pesar de todas estas responsabilidades que tiene la Sociedad de Beneficencia Cusco, el manejo de esta institución ha sido desastroso en los últimos años, pues tienen más de 45 propiedades en los lugares mejor ubicados del Centro Histórico de Cusco. En estos espacios, la Beneficencia tiene 60 locales comerciales arrendados, 19 de ellos con falta de pago, 24 arrendatarios en proceso de conciliación y 41 con procesos judiciales. Esta ineficiencia en la gestión durante los últimos 20 años, ha ocasionado que miles niños, ancianos y pacientes mentales sean desatendidos en Cusco, pues existe una gran demanda.
“Hemos recibido demasiados pendientes como el plan estratégico que es fundamental para marcar el derrotero de la gestión. No hay un sistema integral de gestión que permita, mediante el uso de informática, manejar la información contable, de gestión de documentos, de personal y otros de forma vinculada. Otra deficiencia son los hogares, tienen más de 25 años pero no tienen licencias de funcionamiento que es un requisito para tener la acreditación, necesaria y poder recibir donaciones de carácter internacional”, denunció Franco Usca Valle, gerente general de la Beneficencia Cusco.
Además de la mala administración, también existen personas que buscan sacar rédito de la Beneficencia, aprovechando el desorden en el que se encuentra esta institución. Un claro ejemplo es la deuda de casi US$ 120 mil que tiene la panadería La Bondiet, desde hace más de 5 años por el local que ocupa en la calle Heladeros. “Hay un restaurante que debe 125 mil dólares y es bueno que sepan, se llama La Bondiet y está en plan de desalojo, estamos en el plan correctivo y vamos a lograr que esta gente salga de allí y recuperemos este local que es lo correcto’, expresó Juan Guzmán Santos, integrante del directorio de la Beneficencia. Son más de 20 locales como este, donde se han iniciado procesos de desalojo.
Anualmente, la Beneficencia requiere más de S/ 10 millones para afrontar todos los gastos que demanda la atención de los beneficiarios, el aparato administrativo y operativo que tiene esta institución. Además, deben realizar mejoras a los locales de atención y las propiedades que tiene a su cargo. Por estos motivos, la reducción de los ingresos a causa de la pandemia, ha sido un verdadero dolor de cabeza. Pues el año 2022, solo pudieron cobrar S/ 12 millones. “Es la falta de planificación y políticas autogestionarias lo que ha generado esta crisis económica que ya estamos revirtiendo. Para este año tenemos planificado recaudar S/ 17 millones”, indica el Gerente.
La Sociedad de Beneficencia de Cusco, es una institución que maneja bienes públicos; sin embargo, en los últimos años se le ha dado un manejo con orientación privada para buscar que los ingresos sean sustancialmente superiores a los gastos. Sin embargo, algunas anomalías propias del aparato público son un problema. Un claro ejemplo de esto, es el crecimiento de la carga laboral. Existen 82 procesos laborales, 26 son de reposición, 47 por desnaturalización de contratos, nulidad de despido, despidos arbitrarios y nueve casos por indemnización y pago de beneficios sociales. Este espacio se convirtió en una agencia de empleos para las gestiones pasadas.
A pesar de todas estas necesidades que tiene una entidad de servicio al desvalido como es la Beneficencia, es inexplicable que las gestiones pasadas hayan preferido condonar las deudas, a 7 inquilinos morosos, por más de S/ 800 mil. Prefirieron dejar en rojo a la Beneficencia del Cusco, con una deuda superior a los S/ 9 millones por concepto de impuesto predial.
EL HOTEL CUSCO
La Beneficencia podría solucionar todos sus problemas financieros si licitará el Hotel Cusco que está ubicado a una cuadra de la Plaza de Armas. Los procesos judiciales con la empresa (Consettur) que ganó la licitación de este local hace más de 20 años se convirtieron en un verdadero dolor de cabeza y en un perjuicio económico. Dejaron de percibir más de S/ 50 millones en rentas.
Ahora que esta institución ganó todos los juicios, los funcionarios han anunciado que este año implementarán una licitación internacional que les podría dejar importantes ingresos. Sin embargo, existen muchos intereses, los mismos que impidieron que esta “mina de oro” genere rentabilidad en favor de los niños, ancianos y pacientes mentales. El propio alcalde de Cuco Luis Pantoja se ha comprometido en sacar adelante esta licitación que permitiría que más personas sean atendidas por la Beneficencia.
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