Consultorios externos continúan restringidos
En una escena terrible, está semana una mujer que padecía de cáncer al hígado, no resistió más y murió a metros del hospital contingencia del Cusco.
Los familiares que llegaron con Antonia Trujillo desde Madre de Dios buscando atención médica poco o casi nada pudieron hacer, lo más grave es que según su versión desde enero estuvieron buscando atención médica en su región natal, en Lima y Cusco.
En esta edición nos introducimos en el vía crucis de muchos pacientes que se enfrentan a un escenario complejo y hostil, una odisea de situaciones inhumanas, la otra pandemia, la de la indolencia.
Antonia Trujillo Anco de 54 años, era una madre de familia natural de Madre de Dios, este año producto de la afección en el hígado que padecía empezó a buscar con su esposo Julian Gutiérrez y su familia atención médica por cielo, mar y tierra, llegando a ser referida mediante consulta externa el 21 de febrero del hospital Santa Rosa de Puerto Maldonado a la ciudad del Cusco.
Viendo un rayo de esperanza para su tratamiento, la madre de familia llegó hasta la ciudad imperial acompañada de su hijo, con quien deciden quedarse en un hospedaje en la calle Carlos Ugarte, en el distrito de Santiago, a pocos metros del hospital de contingencia, nosocomio al cual había sido referida.
En el hospital, el primero de marzo, es atendida en el área de oncología, donde le confirman lo peor, el cáncer que padecía en el hígado se encontraba en una etapa terminal. Los tratamientos que podía recibir la infortunada mujer cumplirían la función de “paleativo”, sin embargo eran necesario más exámenes de laboratorio y de interconsulta oncológica para el tratamiento respectivo.
Con la noticia del estado de su salud Antonia Trujillo regresó al hospedaje, no obstante, en el transcurso de los días su cuerpo no soportaría más y acabaría muriendo el pasado martes 08 de octubre en plena vía pública a un día de recibir los resultados.
El precario sistema de salud del país había cobrado una vida más, pues fácilmente Antonia Trujillo pudo ser atendida en su región pero en ahí no habían ni los especialistas, ni los equipos necesarios, tuvo que ser derivada todavía al Cusco para que algo se pueda hacer, pues en Lima conseguir atención era relativamente imposible.
En Cusco, falleció a metros del hospital, pasando a formar parte de la larga lista de personas que fallecen a causa de la falta de atención.
“Desde el 22 de enero estamos con este problema, nos dijieron que regresemos, no hay especialistas, hasta que la enfermedad avanzó” señaló Julián Gutiérrez viudo de la madre de familia.
La muerte de esta madre de familia fácilmente podría replicarse en otro caso en cualquier momento, a razón que la pandemia, que paralizó al Perú en marzo del 2020, también generó el cierre de los consultorios externos de todos los hospitales del país, entre estos el Hospital Antonio Lorena, Regional y el Adolfo Guevara Velasco.
Durante las primeras olas de la enfermedad, si uno no tenía covid, la atención en un hospital era imposible, salvó que se trate de una emergencia. Los hospitales básicamente se “cerraron” y se concentraron exclusivamente en los contagiados.
Las personas que todos los días buscaban un cupo, para recibir atención por diferentes molestias, haciendo colas desde horas de la madrugada, desaparecieron, algunos tuvieron que tratarse en casa con medicamentos y remedios caseros recomendados por conocidos, algunos que gozaban con mejor economía accedieron a las clínicas.
Si bien la atención médica en los hospitales Regional, Antonio Lorena y el de EsSalud se viene reanudando paulatinamente, este no alcanza los niveles pre pandemia, la atención en consultorios externos es restringida, obtener un “cupo” para el especialista vía telefónicamente también resulta muy frustrante, pues implica llamar decenas de veces a números que no contestan, están apagados o fuera de servicio, además que aun cuando te responden la cita puede ser programada entre 1 o 2 semanas, esto debido a la alta carga laboral de los especialistas.
El servicio de las intervenciones quirúrgicas también ha generado una gran lista de personas en espera de su turno.
Asimismo, pese a que la atención en consultorios externos se restringió, en gran parte por el contagio masivo de los profesionales y trabajadores del sector salud, algunos malos elementos le han sacado el provecho a esta situación. Algunos han optado por continuar con su trabajo de forma presencial en sus centros de labor particular, porque ganan más, sin embargo, se han aferrado al trabajo remoto en los hospitales.
En el Hospital Nacional Adolfo Guevara Velasco de EsSalud, en los últimos días se reabrió las puertas de 11 consultorios externos como parte de la primera fase de activación de los servicios esenciales para la atención de los asegurados y sus derechohabientes en el marco de la nueva normalidad.
Se trata de los consultorios de Cirugía de Cabeza y Cuello, Cirugía de Tórax y Cardiovascular, Cirugía pediátrica, Dermatología, Endocrinología, Geriatría, Medicina Física, Neurocirugía, Obstetricia, Otorrinolaringología y Enfermedades Infecciosas y Tropicales; especialidades que brindaran sus servicios de acuerdo a programación y en algunos casos en doble turno.
En el hospital Antonio Lorena, también se ha anunciado la ampliación de las atenciones en consultorios externos, desde el próximo 15 de marzo, se prevé la atención de un promedio 16 personas por especialidad diariamente. En el Hospital Regional, también se estaría analizando adoptar las mismas acciones.
“Estamos en condiciones de abrir nuevamente los consultores externos al 100%”, manifestó el director de la instancia, Dr.Abel Paucarmayta. Una penosa y complicada batalla que hoy sufren miles de cusqueños a la espera de la mejora en la atención sanitaria.