Municipalidad del Cusco demuestra ineficiencia.
La incompetencia de la municipalidad del Cusco para abordar la problemática del comercio ambulatorio en la ciudad se suma al rosario de problemas por el que atraviesa la administración del alcalde Luis Pantoja. Estas deficiencias en la gestión municipal se han manifestado en varios aspectos clave, primero, el desborde de la inseguridad ciudadana y el incumplimiento de la promesa electoral de la eliminación de los antros de la perdición en el centro de la ciudad.
Estos problemas iniciales generaron una sensación de inseguridad y malestar entre los cusqueños, pero solo era el inicio de una desastrosa gestión. Posteriormente, la ciudad sufrió otro golpe con la ineficiencia en el recojo de la basura, un problema que afectó la calidad de vida de los cusqueños y que dejó en evidencia la falta de planificación y ejecución por parte de la municipalidad. Sin embargo, el tema más reciente y controvertido ha sido la presencia de los ambulantes en la ciudad.
En la última semana, un numeroso grupo de ciudadanos pertenecientes a la Asociación de Trabajadores Virgen de Guadalupe, quienes solían realizar sus actividades en la avenida Ejército, llegaron hasta la municipalidad exigiendo soluciones. Su demanda radicaba en que la municipalidad central no solo se limite a retirarlos de las zonas donde realizan sus actividades comerciales, sino que también se busquen opciones para formalizarlos o reubicarlos.
Esta solicitud tenía una base sólida, ya que decenas de familias cusqueñas dependen de esta actividad como su principal fuente de ingresos. Además, los ciudadanos acusaron al alcalde de incumplir sus promesas de campaña, en las que habría afirmado que permitiría que continuarían trabajando en estos espacios públicos, a cambio del respaldo con sus votos.
A pesar de que casi nueve meses han transcurrido desde el inicio de la nueva gestión provincial, el propio alcalde ha confirmado que no existe un plan de reubicación definido. Solo se han identificado algunas zonas tentativas, pero nada concreto. Además, la municipalidad no ha presentado alternativas para crear nuevos puestos de trabajo o beneficios para los informales que busquen la formalización, todo ello ha llevado a un crecimiento continuo de los ambulantes en la ciudad.
Lo peor es que el alcalde del Cusco, en lugar de abordar estos desafíos de manera efectiva, ha comenzado a mostrar cierta prepotencia al ser entrevistado por periodistas sobre este tema. Esta actitud solo contribuye a aumentar la desconfianza entre la población de las palabras del ex candidato que prometió mil maravillas en campaña y que hoy solo se han convertido en promesas vacías. “Le hemos pedido al gerente que haga un trabajo articulado y que busque los mejores lugares para que puedan reubicar (a los ambulantes) en horarios. (…) ¿Quién ha dicho que no se tiene (el plan de reubicación? Preguntenle al gerente, sí tenemos, expresó el alcalde.
Desde la municipalidad, la única respuesta hasta ahora ha sido la de prohibir el ingreso de los ambulantes a la zona en cuestión. Sin embargo, no se han presentado soluciones adicionales para este sector importante que desempeña un papel fundamental en la economía local. Es esencial que las autoridades den opciones al comercio ambulatorio para formalizarse, ya que representa un sector importante de la población cusqueña. Esto es una responsabilidad que recae directamente en la municipalidad y, en particular, en el alcalde Luis Pantoja. La acumulación de cuestionamientos en menos de un año de la gestión provincia viene generado una profunda desconfianza entre la población cusqueña y ha demostrado la incapacidad del alcalde al igual que el de sus funcionarios de confianza para abordar los problemas fundamentales en la Ciudad Imperial, como el del comercio ambulatorio.