Niveles de pobreza aumentaron en la región cusqueña
La pandemia del coronavirus, ha frenado el crecimiento económico de la región imperial, el desempleo y el golpe al sector del turismo han sido fundamentales para esta abrupta caída de la economía que ubica al Cusco al segundo semestre del 2021 a nivel de regiones, la segunda peor caída respecto del nivel pre pandemia.
– El PBI de la región Cusco al segundo trimestre del 2021 cayó 8.7% respecto al mismo periodo del 2019. Esta caída es la segunda más pronunciada entre los 24 departamentos del país (solo superada por Madre de Dios).
– El turismo, una de las principales actividades de la región, fue la más afectada, pues el flujo de arribos extranjeros se redujo en cerca del 87%, siendo los puntos más afectados Machu Picchu y Saqsahuaymán.
En el año 2020, el país retrocedió 10 años en la lucha contra la pobreza, siendo el ámbito rural el más afectado. Ejemplo de ello, fue la región de Cusco, puesto que al cierre del año en que inició la pandemia por el COVID-19 el 32% de hogares se encontraban en situación de pobreza, evidenciado un aumento de 9 puntos porcentuales a comparación del año anterior.
Uno de los factores que ha contribuido al aumento de la pobreza ha sido el desempleo, al cierre del 2020 se registró que la tasa del desempleo fue de 5,17% lo que refleja un aumento de 4 puntos porcentuales en relación al año anterior; es decir la población económicamente activa (PEA) ocupada fue menor a la del 2019 en 33 mil personas, llegando a ser la más alta de la década. Asimismo, 89.6% del empleo total se identificó como informal, situación que contribuye además a que los trabajadores tengan una condición más vulnerable y no cuenten con protección social.
Por su parte, la pobreza extrema, definida como la insuficiencia de recursos monetarios para adquirir una canasta de consumo mínima, en la región aumentó de 3.63% en 2019 a 8.18% en 2020. Es decir, el año pasado más de 110,000 cusqueños vivieron con menos de S/ 191 al mes; esto, como consecuencia del confinamiento por la pandemia y que trajo consigo que sectores como el turismo y el comercio, fundamentales para la región, dejen de seguir aportando.
Se suma a esta situación la carencia de servicios básicos, fundamentales para el cuidado y desarrollo humano, lo que agrava aún más la crisis. Al cierre del año pasado, sólo el 11.7% de los hogares en Cusco contaban con acceso a cinco servicios básicos como agua, saneamiento, luz eléctrica, telefonía móvil e internet. Hasta el momento, solo 1 de cada 10 hogares en Cusco cuenta con acceso a los cinco servicios básicos y solo el 11.9% de hogares cuenta con acceso a internet.
“La reducción de la pobreza de forma sostenida es indispensable para avanzar en el desarrollo del país y de la región. En ese sentido, las acciones del Gobierno deberán hacer énfasis en cerrar las brechas de los servicios básicos y priorizar el enfoque comunitario para la promoción y prevención de salud”, expresó Paola Bustamante, líder del eje de Lucha contra la pobreza de Propuestas del Bicentenario y directora del Videnza Consultores, en el marco de la presentación del Observatorio del Bicentenario, herramienta que en un solo espacio de acceso público, reúne más de 150 indicadores clave para el seguimiento de cada uno de los 8 ejes clave para el desarrollo del país.
Tanto el aumento en la tasa de pobreza como en el desempleo se asocian a una drástica caída de la actividad económica. “El turismo, una de las principales actividades de la región, fue la más afectada, pues el flujo de arribos extranjeros se redujo en cerca del 87%, siendo los puntos más impactados Machu Picchu (-83%) y Saqsahuaymán (-80%), señaló Luis Miguel Castilla, líder del eje de Reactivación económica de Propuestas del Bicentenario y director de Videnza Consultores.