– Alcalde Albert Arenas gasta 4 millones de soles en mejorar la Plaza de Armas.
– Distrito de San Jerónimo tiene 51.6% de anemia en niños. El porcentaje más alto en la provincia del Cusco.
– Piedras laja sacadas de la Plaza de Armas fueron tiradas en la faja marginal del Río Huatanay.
De cada 10 niños menores de tres años, 5 tienen anemia en el distrito de San Jerónimo. Sin embargo, Albert Arenas Yabar, el alcalde de esta comuna prefiere gastar 4 millones 143 mil 400 soles en remodelar la Plaza Mayor. La obra contempla varios componentes como el cambio de lajas, adoquinado de las pistas, cambio de tuberías de agua y desagüe, iluminación y mejora de áreas verdes. Es una intervención básicamente ornamental. Casi 60 obreros trabajan a diario en la obra.
Esta intervención es criticada por los vecinos de la zona, quienes consideran que la cuantiosa obra no era necesaria; más aún, en esta etapa de pandemia por el covid 19, en que la salud y educación son la prioridad. Los altos índices de pobreza en este distrito deberían hacer repensar a la autoridad edil que ya comenzó a ser criticada por los vecinos.
En la provincia del Cusco los municipios se han propuesto reducir la anemia en 10% para fin de año; sin embargo, el alcalde de San Jerónimo no le estaría prestando la debida atención a este tema, pues las estadísticas de la Gerencia Regional de Salud arrojan el más alto índice a de anemia infantil a este distrito. Mientras que San Jerónimo alcanza el 51.6%. El promedio de anemia infantil en toda la provincia del Cusco es de 30.7%. San Jerónimo tiene 20% más. Existen distritos con mucho menos recursos como Ccorca que tienen un porcentaje de 2.8% de anemia infantil esto se debe a las políticas ediles asumidas por sus autoridades le dan un peso más importante a los proyectos productivos, de salud y educación.

“Hay Asociaciones Pro Vivienda que en la actualidad no tienen agua potable, desagüe o electricidad. La primera autoridad debe priorizar. No nos Parece correcto, (la Plaza Mayor) estaba en perfectas condiciones, no necesitaba una intervención total, hubiera sido suficiente un mantenimiento a la iluminación y mejorar las áreas verdes. Con la plata que se está gastando, se hubiera podido atender verdaderos problemas como el agua, desagüe, pistas o proyectos productivos. La población estará atenta a las compras y gastos de esta obra pues no permitiremos más despilfarros. No estamos en contra de las obras pero esto no es correcto.”, señaló el dirigente vecinal, Guido Padilla. Al igual que Padilla, muchos vecinos de los alrededores tienen la misma opinión.
Los vecinos de San Jerónimo también han observado que las piedras laja que cubrían la Plaza Mayor estaban bien conservadas. Sin embargo, fueron desechadas en la faja marginal del rio Huatanay, en el sector de Chimpahuaylla. El Ingeniero Rubén Vargas, residente de la obra, señaló que la Plaza Mayor de San Jerónimo tenía algunas irregularidades en la superficie y que para ser corregidas, debieron realizar la intervención total. Sin embargo, no quiso admitir que estas imperfecciones pudieron ser arregladas con un mantenimiento. También justifico el cambio total de las piedras laja al señalar que estas se rompen al momento de sacarlas.
La obra de mejoramiento de la Plaza de Armas de San Jerónimo debe estar concluida para fin de año, sin embargo las lluvias podrían evitar que se cumpla el plazo. Una de las características que más llama la atención de la intervención es la construcción de una base de cemento en toda la plaza, por debajo de las lajas y adoquines de la pista. Este tipo de intervenciones son restringidas por la Dirección Desconcentrada de Cultura que realiza un monitoreo permanente a la obra.
Para el economista, Miguel Coronado Medrano, este tipo de obras no son prioritarias y los alcaldes cuentan con la discrecionalidad de posponerlas para ejecutar proyectos que contribuyan con el cierre de brechas, como salud o educación. El profesional señala que durante esta temporada de pandemia se han priorizado las obras o proyectos que reduzcan brechas a nivel de salud, educación, productivas, viales y otras.
Un claro ejemplo que las instituciones y las autoridades están priorizando los proyectos que cierren brechas, es la obra del Estadio Inca Garcilaso de la Vega que debía contar con techo y una estructura envolvente; sin embargo por el alto costo de estos componentes ya no se ejecutaran estas metas. El Gobierno regional del Cusco se está ahorrando más de 30 millones de soles que será dirigido a otras prioridades.
“Las administraciones responsables no pueden estar arreglando plazas en plena pandemia por el covid 19. Existe un retroceso en los índices de pobreza y crecimiento a nivel nacional y gastar 4 millones de soles es cambiar las lajas de la plaza de armas es un tremendo despropósito. Si bien los proyectos pueden estar dentro del Plan Operativo Institucional, los alcaldes tienen la discrecionalidad para transferir estos presupuesto y posponer estas obras ornamentales para el próximo año. Los argumentos sobran y saltan a la vista de cualquier estadista pero a veces el facilismo y las ganas de comprar fierro y cemento les gana”, señaló el economista Miguel Coronado.