El Autogolpe de Estado de Perú de 1992, también denominado Fujimorazo, fue una que fue propiciada el domingo 5 de abril del año mencionado por el entonces presidente Alberto Fujimori, con el respaldo de las Fuerzas Armadas. En este se disolvió el Congreso de la República, se intervino el Poder Judicial, al Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal de Garantías Constitucionales (hoy Tribunal Constitucional), el Ministerio Público y la Contraloría General de la República. Además, hubo persecución de miembros de la oposición y secuestro de otras personas. El 82% de la población, según encuestas de la época, apoyó esta medida por el desprestigio del parlamento.
Los detractores de Alberto Fujimori lo recuerdan como un líder autoritario que abusó de las instituciones para conservar su poder y que huyó a Japón por un caso de corrupción sin precedente en el país. Mientras que, los simpatizantes de la economía autoridad refieren que en ese entonces el Congreso estaba obstaculizando y politizando la lucha contra el grupo guerrillero Sendero Luminoso y la recuperación económica del país. Es por ello que Alberto Fujimori levantan pasiones especialmente en los sectores populares, que atribuyen a su padre el fin del terrorismo y de la crisis económica que atravesó el país en los 80.
EN LO POLÍTICO
A 30 años del autogolpe para el abogado y político Aaron Medina Cervantes, el 5 de abril es una fecha trascendental en la historia del Perú; es el punto, en el tiempo, que marcó el inicio de la vigencia del proyecto neoliberal en el Perú. Desde esa perspectiva (histórica) el 5 de abril debe ser reflexionado como un día en el cual, primero, se establece una dictadura para implementar el actual modelo económico; en esa línea, la primera reflexión debe ser sobre la legitimidad del orden jurídico y político actual que tiene ese origen, por decirle de alguno manera, ilegítimo. Lo otro es la reflexión sobre lo que significa la instauración de la dictadura fujimorista en el Perú: la evaluación no solo pasa por lo jurídico y la ruptura del Estado de Derecho, sino de los delitos de lesa humanidad que ocurrieron en los noventa, la alta corrupción y el fin de los partidos de masas que existían hasta antes del 5 de abril.
“Para entender mejor la trascendencia política e histórica de este día, debemos comprender lo siguiente: el Perú actual es producto de dos sucesos políticos trascendentales: 1. la reforma agraria, y 2. el 5 abril como inicio del neoliberalismo en el Perú. El Perú actual es producto de esos acontecimientos históricos” refiere.
ANUNCIAN MARCHAS
Diversos ciudadanos, especialmente jóvenes, anuncian una manifestación pacífica en rechazo del “autogolpe” del 5 de abril de 1992, perpetrado por el gobierno de Alberto Fujimori y a esto se suma el rechazo contra el indulto recientemente otorgado al ex mandatario. “Otorgar el indulto a está persona que es acusada de delitos de lesa humanidad es un mal precedente debido a que los peores delincuentes recurrirán a esta posibilidad para lograr su libertad” señaló uno de los representantes de la Coordinadora contra el Indulto a Alberto Fujimori; quien también anunció que a esta medida se han sumado organizaciones sociales como la FDTC, FARTAC, FUC , Asamblea Popular y otros gremios.