Antes era el problema limítrofe, ahora la privatización
“En horas de la tarde hemos tenido una reunión, que venía de atrás, con el ministro de Comercio Exterior para ver cómo ponemos el Perú ante el mundo con el teleférico que estamos queriendo dar inicio el gobierno para llegar a Choquequirao, que es otra zona turística como Machupicchu. Queremos un segundo Machupicchu para el mundo. Tenemos necesidad de poner en vitrina a Choquequirao”, afirmó el pasado 7 de agosto la presidente de Perú, Dina Boluarte desde Brasil, durante una sesión remota del Consejo de Ministros.
Esa intervención de la mandataria, que buscaba activar el proyecto del teleférico, terminó reactivando un viejo conflicto social en la provincia cusqueña de Anta, donde se oponen a esta obra, pues consideran que este centro arqueológico esta dentro de su jurisdicción, al igual que los pobladores de La convención.
Sin embargo, el 2022, cuando se realizaron mesas técnicas entre ambas provincias para sacar adelante el teleférico, las autoridades de Anta habrían aprobaron la propuesta. Sin embargo, ahora, los nuevos alcaldes desconocen de esa aprobación y rechazan el proyecto. Advierten que la obra está dirigida a crear un monopolio de ingreso por la zona de Apurímac, desde donde partiría el teleférico, para cruzar el segundo cañón más profundo del mundo: El Cañón del Apurímac con 4,691 metros.
Inicialmente en la denominación del proyecto, se consideraba a la obra, “(…) ubicada en el distrito de Santa Teresa, provincia de La Convención, departamento de Cusco”, pero esto fue cambiado, ante las primeras reacciones negativas de los anteños y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, consientes de su error, ahora solo indican que la obra esta situada en Apurímac y Cusco, ya no menciona el distrito, ni la provincia.
A pesar de todo, el último fin de semana, el alcalde de Anta, Elías Ccollatupa, expresó su rechazo a la construcción del teleférico de Choquequirao, en Cusco, pero con el argumento del “monopolio”, algo que los cusqueños conocemos muy bien, por lo que sucede actualmente en Machupicchu con el tren.
“Rechazamos el sistema entreguista de la concesión. El gobierno de Dina Boluarte pretende concesionar por veinte años la explotación, mantenimiento y operación del teleférico a empresas transnacionales (…) El total de la inversión está asumiendo el Estado y la empresa ejecutora – administradora, solo aportará su expertiz. (…) No permitiremos el monopolio en favor de intereses de la inversión privada. Hasta cuándo el Cusco seguirá siendo saqueado”, remarcó el burgomaestre, quien cuenta con el respaldo de los dirigentes y comunidades de esta provincia.
Sin embargo, en la ciudad del Cusco, la gran parte de la ciudadanía, esta dividida, algunos consideran que es una gran oportunidad de poner en valor una joya arqueológica, incluso comparada con Machupicchu. Especialistas en turismo, advierten que el ingreso seguro y rápido a Choquequirao, mediante un Teleférico, generará una gran “explosión” turística que permitirá descongestionar Machupicchu, que solo tiene un aforo máximo de 4 044 por día. Sin embargo, nadie quiere que se genere un negocio para un privado, en desmedro de los intereses regionales. “Ya basta de entregar estas oportunidades a privados para que solo ellos ganen, peor si es con dinero del Estado”, advierten.
El propio, gobernador regional Werner Salcedo a mostrado su respaldo a la obra del teleférico, pero al mismo tiempo, ha lanzado “dudas” al proceso que está a cargo de Proinversión. “Nosotros rechazamos cualquier tipo de negociación, no más prebendas a puerta cerrada, que lo único que ha logrado es perjudicar los intereses de la población cusqueña y de todos los peruanos” indicó.
Con esta postura, es difícil saber lo que ocurrirá ahora con el proyecto que es fue anunciado por distintos gobiernos, pero que nunca se concreto. Por su parte, los apurimeños como Dina Boluarte, apoyan de forma incondicional la obra, al igual que los pobladores de Santa Teresa en La Convención.