Esta semana cayó una verdadera “bomba” el Ministerio Público peruano, pues el Ministerio Público Federal de Brasil tomó la decisión de suspender la cooperación judicial internacional con el Perú en el caso Lava Jato, pues la constructora brasileña Odebrecht, hoy bautizada como Novonor reclamó por presuntos incumplimientos de los fiscales peruanos, quienes habrían utilizado información proporcionada por los representantes de la empresas en otros casos no autorizados.
Esto no supone desconocer, suspender o dejar sin efecto el acuerdo de colaboración eficaz que la constructora brasileña firmó con el Equipo Especial de Fiscales, que encabezan el fiscal superior Rafael Vela y la procuradora ad hoc del caso Lava Jato, Silvana Carrión. La cooperación judicial Perú-Brasil y el acuerdo de colaboración eficaz con Odebrecht son cosas distintas, aunque están íntimamente relacionadas.
Las delaciones de los funcionarios de la constructora brasileña deben ratificarse en los juicios públicos para adquirir valor probatorio. Las declaraciones transcritas son referenciales y solo sirven para las etapas previas del proceso, por esto es necesario restituir el acuerdo cooperación judicial con Brasil.
La “bomba” llegó a Cusco, pues en nuestra región hay 3 casos de corrupción de las empresas brasileñas que pagaron sobornos a funcionarios y la población exige sanción. Las licitaciones de la Vía de Evitamiento por S/ 297 millones en favor de Odebrecht, el Hospital Antonio Lorena por S/ 291.5 millones que ganó OAS y el Gasoducto Sur Peruano que se adjudicó Odebrecht con US$ 7 mil 300 millones; sin embargo, los brasileños solo admiten pago de coimas en la Vía de Evitamiento.
Ahora que la cooperación judicial ha sido suspendida, se corre el riesgo que la delación del soborno al ex presidente regional Jorge Acurio Tito se caiga, en el caso de Evitamiento, donde el ex representante de Odebrecht, Renato Ribeiro Bortoletti, reconoció la existencia de un soborno por US$ 3 millones al cusqueño.
En su momento, la exprocuradora anticorrupción Dora Monzón, advirtió que el acuerdo de colaboración eficaz firmado con Odebrecht y que está íntimamente vinculado con la cooperación judicial internacional con la fiscalía brasileña, era un peligro, pues todo quedaría en la impunidad, tal como está a punto de ocurrir.
“Estas empresas brasileñas han firmado un acuerdo de colaboración que les ha permitido que se lleven todo el dinero que tenían en Perú.
Incluso han vendido las empresas que tenían como la hidroeléctrica Chaglla y se han llevado el dinero y ahora que ya no tienen nada que se les pueda embargar, salen con que no dirán nada. Esto simplemente se llama impunidad y está avalada por fiscales peruanos que eran considerados héroes por los peruanos”, señaló Monzón.
En su momento, el exfiscal supremo Tomas Gálvez, advirtió que los fiscales del equipo especial Lava Jato, Rafael Vela y José Domingo Pérez, actuaban como operadores de Odebrecht, pues todos sus actos favorecían a las empresas corruptas. Lo propio señaló la ex congresista y presidenta de la comisión Lava Jato, Rosa Bartra, quien denunció que los favores otorgados a Odebrecht con el acuerdo de colaboración eficaz eran, a cambio de acusar a los líderes de oposición como Keiko Fujimori y Alan García.
En Cusco, los fiscales encabezados por Rafael Vela, han aceptado en el acuerdo de colaboración eficaz con Obdebrecht, no incluir la obra del Gasoducto Sur Peruano, la única obra que tiene una clausula anticorrupción que impide que los brasileños reclaman cualquier dinero invertido, tal como lo están haciendo actualmente, con un arbitraje ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). Exige la devolución de US$ 1,200 millones. “Es evidente que han aceptado corrupción en casos donde había mucha evidencia y tienen como objetivo recuperar el dinero del gasoducto. Todo con la complicidad de los fiscales”, señaló Tomas Gálvez, cuando era Fiscal supremo, al momento de exigir la separación de Vela y Pérez.
Sin embargo, el caso emblemático de la corrupción en Cusco es el Hospital Antonio Lorena, pues la empresa OAS dejó la obra a la mitad. La falta de este nosocomio impidió que 4 mil cusqueños se salven de la muerte durante la pandemia por el Covid-19. En este caso, tampoco hay autoridades, ni funcionarios acusados por el Ministerio Público hasta la fecha. La obra costaba S/ 291.5 millones el año 2012 y ahora vale S/ 940 millones.
Señalan que en política no hay casualidades y esto se pone de manifiesto, más que nunca. Dos días antes que las autoridades judiciales brasileñas tomen la decisión de suspender al colaboración con Perú, fue electo como presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el mismo que patrocino las operaciones de las empresas brasileñas como Odebrecht, en todo el mundo y en especialmente en Perú, como una forma de expandir los gobiernos socialistas. Exgobernantes peruanos como Ollanta Humala, investigados por recibir sobornos, es uno de los más beneficiados con la caída de las delaciones brasileñas, las mismas que ya no serían corroboradas por los fiscales de ese país. En el grupo de los beneficiados también estaría el ex presidente regional cusqueño, Jorge Acurio Tito.
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