ESTALLAN LOS PROBLEMAS POR LA EJECUCIÓN DE OBRAS

Trabajadores se oponen a proyectos regionales.

Un nuevo conflicto ha estallado esta semana en el Cusco debido a la cons­trucción de dos obras por parte del gobierno regional, que ha provoca­do una aguda oposición de diferen­tes sectores de la población. A pesar de que a simple vista las objeciones puedan parecer carentes de susten­to y argumentos válidos, es necesario examinar de cerca las preocupacio­nes de ambas partes involucradas. Esta semana, la instalación de los módulos para la reubicación de los ambientes del Centro de Salud de Belenpampa y la Red de Salud Cus­co Norte, donde se anuncia la ejecu­ción de un moderno centro materno infantil, desencadenó en una oposi­ción férrea que incluso llegó a agre­siones físicas. El martes pasado, fun­cionarios del Gore Cusco, servidores y trabajadores de construcción civil intentaron ingresar al Hospital Lo­rena para instalar dichos módulos, pero fueron impedidos por los traba­jadores del hospital, quienes aguar­daban en el lugar.El conflicto escaló a mayores cuándo se registró peleas entre ambos grupos de forma mutua. El argumento del personal médico y asistencial del hospital es su descon­fianza en que la obra de Belenpam­pa se complete en tan solo 2 años, como se anuncia. Temen que ello implique una presencia prolongada de los trabajadores reubicados en la nueva infraestructura que se cons­truye del hospital de los pobres, lo que afectaría sus espacios y comodi­dad para trabajar, cuando estos sean nuevamente utilizados, ello tenien­do en cuenta que para diciembre del 2024 debería concluir el saldo del proyecto del Antonio Lorena. Sin embargo, desde la entidad regio­nal se alegó que se estaba actuando de acuerdo a la ley, ya que las áreas pertenecen al Gore Cusco, y que está puede disponer el uso que se le debe dar, además que el inicio de construcción de los módulos ya ha­bía sido demorado desde agosto. Al día siguiente, los trabajadores del Hospital Antonio Lorena propu­sieron al Gore que la reubicación de Belenpampa se pospusiera hasta la fi­nalización de la obra del Hospital An­tonio Lorena, en diciembre de 2024. Para cuya fecha, ofrecieron liberar los módulos que actualmente utilizan en el Cuartel de Huancaro para que los ocupen los trabajadores de Belenpam­pa. La propuesta también permitiría ahorrar los más de 10 millones de soles que demandará la construc­ción de los módulos, señalaron. Pero, la propuesta no obtuvo respues­ta, y ambas partes parecen renuentes a ceder en busca de un acuerdo. Como resultado, la instalación de los módu­los se ha paralizado, lo que entorpece­ría el inicio de la obra de Belenpampa.

Además, por este conflicto inclu­so podría haber repercusión en el saldo de obra del Antonio Lorena. El otro conflicto se relaciona con la construcción del Centro de Conven­ciones del Cusco en el Campo Ferial de Huancaro. En las últimas semanas, los productores de Arpac han realizado diversas movilizaciones hasta el Gore Cusco, exigiendo no ser retirados de las áreas que ocupan desde 2004, don­de venden sus productos cada sábado. Argumentan que el gobernador Werner Salcedo habría prome­tido cederles los terrenos por 10 años, en una supuesta firma de acta durante la campaña electoral de 2022, cuándo aún era candidato. A pesar del compromiso, ahora se anuncia la construcción del Centro de Convenciones, lo que ha generado la indignación de los productores de Arpac, pues temen perder sus puestos de trabajo y amenazan con tomar ac­ciones más radicales, si la obra se lleva a cabo. Sin embargo, desde la dirigen­cia de Arpac, también se menciona un proyecto de mejora del mercado de productores con capitales privados, lo que plantea interrogantes sobre las verdaderas razones detrás de este con­flicto.

“El compromiso era que una vez Werner Salcedo ganara las elecciones, dentro de los 60 días, nos iba entregar en sesión de uso este campo ferial de Huancaro. De esa manera también nosotros hacer la mejora. porque tam­bién tenemos un proyecto para hacer la mejora de este campo ferial”, dijo Germán Mejía, presidente de Arpac. En resumen, los conflictos que han aparecido recientemente en el Cusco en torno a la construcción de estas dos obras reflejan la complejidad de las decisiones gubernamentales y la necesidad de un diálogo efectivo en­tre todas las partes involucradas, para encontrar soluciones que beneficien a la comunidad en su conjunto. La falta de comunicación y la falta de volun­tad para llegar a acuerdos amenazan con paralizar importantes proyectos y afectar a la población local del Cusco.

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