Más de mil casos son reportados en la región
En el Perú las cifras de embarazos en adolescentes se ha convertido en un verdadero problema de salud pública. Mientras, que en el Cusco, siete de cada cien gestantes corresponden a este grupo de edad.
En muchas zonas de nuestro país, el embarazo a temprana edad forma parte del patrón cultural y por tanto, es visto con normalidad y aceptado por los grupos sociales, sin embargo, este representa un gran problema, pues la mayoría de estos embarazos no han sido planificados, lo cual, generalmente termina en la separación de los progenitores, abandono de los hijos, inestabilidad económica, etc.
El Sub gerente de Salud del Cusco, Daniel Castañeda, señala que el porcentaje elevado de embarazos en adolescentes traduce una baja calidad de vida en la población. Los padres primerizos también se ven afectados, porque traer un bebé al mundo puede representar el abandono de los estudios, aislamiento del grupo familiar, generar problemas emocionales y otros lo cual representa un grave problema.
Castañeda explica que a nivel nacional del total del porcentaje de embarazos, el 13.5% corresponde a adolescentes, en el Cusco de cien embarazadas siete fluctúan entre la edad de 10 a 17 años. En la región cusqueña, en lo que va del año se ha registrado 1 148 casos, en la provincia central del Cusco un promedio de 300 a 400 casos.
Hablar de esta problemática, es muy sensible, en razón a que existe un sub registro de casos, muchos adolescentes que esperan un bebé por temor a la sociedad y la incertidumbre por traer a un nuevo ser al mundo, optan por realizar un aborto clandestino, poniendo en riesgo incluso su propia vida, al acudir a lugares ilegales regentados por personas inescrupulosas que les ofrecen una aparente solución.
La obstetra María Elena Holgado, coordinadora regional de la etapa de Vida Adolescente de la Geresa Cusco, manifestó que la mayoría de estos casos a nivel regional, son procedentes de la provincia de La Convención, en los distritos cusqueños de Pichari y Kimbiri. Las provincias donde también se evidencian altos niveles de embarazos en edad temprana corresponden a Acomayo, Chumbivilcas y Paucartambo.
La experta señala que son varios los factores que originan estos datos. En zonas de la selva, la vida sexual de las personas empieza a una edad más anticipada, muchas mujeres después de la primera menstruación, entre los 10 a 13 años, empiezan a tener una vida sexual activa.
La falta de información y cultura en educación sexual también es clave, María Elena Holgado, especialista de la Geresa, refiere que todavía existe un taboo asociado a hablar sobre temas sexuales dentro del ámbito familiar así como en el rubro educacional, esto principalmente en zonas rurales.
El gerente de la ONG Plan Internacional, Boris Choqueneyra, refiere que la desatención del sector salud también juega un rol importante. En la región del Cusco, sólo hay 40 espacios de atención diferenciada, dentro de los centros de salud, para estos casos.
“El adolescente necesita una atención diferenciada sobre el tema de salud sexual integral. Hay que darle las condiciones para que el adolescente se acerce a los centros de salud para que recabe información y conozca los diferentes métodos anticonceptivos” señaló Choqueneyra.
Esta misma postura, es compartida por el subgerente de la Geresa, Daniel Castañeda, quien señala que según la realidad que actualmente vivimos lo más adecuado es facilitar al joven conocimiento sobre el tema, para que opte por los métodos anticonceptivos.