BOMBARDEEMOS CUSCO

Hace tres años tuve un sueño. Sí casi a lo Luther King… Cuando en el Valle Sagrado de los Incas, estaba muy lejos de la matrix, del estrés y del cuasi musical claxon de la ciudad más importante del país y ombligo del mundo. Un 06 de agosto cuando los pajaritos cantaban al salir el sol, yo desperté, hice yoga y mientras dedicaba mi existencia a investigar lo que será mi siguiente libro #CocaLeafModeOn, recordé que un día como ese en 1945 habían lanzado la primera bomba atómica en Hiroshima. En ese contexto, Masanobu Fukuoka un agricultor, filósofo y biólogo japonés decidió desarrollar una técnica maravillosa de permacultura: “Las bombas de semillas” Perú se encuentra en el ranking de los 4 países latinoamericanos más afectados por la pérdida de bosques. Hasta el 2017 habíamos perdido 7.7 millones de hectáreas de bosque, según el informe de SERFOR. La deforestación es la segunda causa más importante del cambio climático. Según el estudio de World Resources Institute, en Latinoamérica el 64% de deforestación es ocasionado por las empresas que fabrican productos básicos a base de aceite de palma y soya, así como la producción de carne y la minería. Cuando mencionamos a las empresas, más de uno señalará con el dedo a todos esos dueños que al mismo estilo que el “Sr. Burns” se frotan las manos diciendo “excelente” cada que un millón se incrementa en sus cuentas. Sí, muchos de ellos son unos mounstros y verán a Hitler el día que mueran. Sin embargo, somos nosotros quienes al comprar sus productos fomentamos la destrucción del planeta. Haré una lista de empresas que fomentan los incendios de los que fuimos testigos hace unos días: Unilever (Axe, Lux, Dove, Pond’s, sedal, Rexona Hellmann’s, Vaseline, entre otras 400 marcas), Nestlé, Corn Flakes, Choco Krispis, Oreo, L’oreal, Burger King, McDonalds, Colgate, Starbucks y un largo etcétera. En mi primer día de clases como profesora les dije a mis alumnos: “Cuiden sus pensamientos porque se convertirán en palabras, cuiden sus palabras porque se convertirán en actos, cuiden sus actos porque se convertirán en hábitos y cuiden sus hábitos porque estos definirán su destino”. Esta frase de Gandhi me recuerda que son nuestros hábitos los que están forjando el destino de la humanidad. Cada vez que compramos dichos productos nos convertimos en cómplices de la pérdida de nuestro hogar. A raíz de todo esto, decidí poner en marcha lo que hace tres años parecía lejano, dejé atrás el miedo y “dí a luz” el proyecto de las bombitas de semillas. Necesitamos una revolución de paz y aunque suene algo irónico vamos a iniciar una guerra verde. ¡Que la Pachamama nos acompañe! Todos los que deseen sumarse y hacer terrorismo ecológico pueden comunicarse conmigo. Necesitamos humus, arcilla y semillas de plantas nativas, pero sobre todo de las manos amigas que puedan apoyar en los lanzamientos. Tú y yo podemos ser el cambio que queremos ver en el mundo.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here