Acusados son separados después de un proceso de investigación, mientras tanto solo son rotados.
¿Desde cuándo la educación y el acoso se ha convertido en un peligroso binomio? En la última década, la estadística de denuncias por acoso en centros educativos de nivel escolar y superior incrementó hasta en un 50%, según el observatorio contra la violencia del Ministerio de la Mujer, pero esta cifra no obedece a que esta práctica sea más constante, sino que las víctimas visibilizan los casos, aunque no siempre son escuchadas.
COLEGIOS. En nuestra región, también se han reportado denuncias muy delicadas por esta insana práctica contra escolares, por ejemplo. La Gerencia Regional de Educación reportó este año 5 casos, 4 de ellos han sido sancionados con la rotación de los maestros de las instituciones, uno está en la última fase de la investigación. “Esto solo en la competencia administrativa que nos corresponde, pero se dio cuenta al Ministerio Público para que sean ellos los que determinen, si es el caso, las responsabilidades penales”, comentó el gerente Heraclio Valencia. El año anterior fueron reportados 3 casos y los docentes que eran contratados fueron separados. La denuncia más frecuente son los tocamientos indebidos, pero si los procesados tienen la condición de permanente solo rotan a trabajos administrativos hasta la conclusión de sus procesos. “Se trata de no vulnerar el mismo proceso, si fuera por nosotros optaríamos por la separación definitiva, pero podemos incurrir en abuso de autoridad”, agregó el funcionario.
UNIVERSIDADES. Las universidades son otro escenario donde se advierten estos casos. El año pasado en la Universidad Andina de Cusco, se reportaron 30 denuncias por acoso que fueron visibilizadas gracias a una protesta solidaria de los estudiantes ante la inacción de la autoridad. Recién la semana pasada, la rectora Di-Yanira Bravo, confirmó que en esta casa de estudios 15 docentes fueron separados acusados de acoso contra estudiantes. La denuncia presentada por las víctimas hacía referencia a favores sexuales y sentimentales a cambio de calificaciones. “Hemos separado docentes, pero con el debido proceso y seguimos investigando los demás casos”, dijo Bravo. La Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco también cuenta en su legajo 12 denuncias penales por acoso de las cuales la mitad del subtipo acoso sexual, según información alcanzada por su rector Eleazar Crucinta, quien aseguró que en esta casa de estudios, donde se había desactivado la comisión especial de docentes que tenían la misión de investigar los casos, existe ahora un proyecto de investigación en coordinación con la Universidad Católica de Lima para alcanzar un informe especifico que los acerque a la realidad de esta práctica. “También hemos separado a 9 docentes que eran contratados, con los nombrados debemos esperar la conclusión de la investigación para tomar una decisión sobre su sanción”, dijo la autoridad antoniana. En tanto, las victimas deben seguir en contacto con los agresores, mientras no haya fallo administrativo o penal.