¿NUEVA DEMOLICIÓN EN EL H. LORENA?

No se hicieron las pruebas de carga estática a la estructura.

En pleno Mes Jubilar del Cusco, las malas noticias no dejan de aparecer, y ahora la sombra de nuevos problemas oscurecen una vez más el avance del Hospital Antonio Lorena. Reciente­mente, los especialistas han alertado sobre la identificación de vicios ocul­tos y la ausencia de pruebas de carga estática en la construcción, un detalle crucial que podría desencadenar en demoliciones adicionales y extender aún más el ya prolongado cronogra­ma de ejecución.

Este problema fue destacado durante la última sesión descentralizada de la Comisión de Salud del Congreso en Cusco, provocando preocupación ge­neralizada.

La falta de pruebas de carga estática ponen en riesgo la estabilidad estruc­tural del hospital, exponiéndolo po­tencialmente a movimientos sísmicos y un debilitamiento prematuro de la edificación.

Esto no solo afecta la infraestructu­ra física, sino también compromete la calidad y seguridad de la atención médica que se espera brindar en el hospital de los pobres.

“Si es que funciona bien, tenemos la garantía que podemos seguir ade­lante. Y si no funciona y no resiste, tendremos que tomar decisiones do­lorosas: rescindir el contrato, demoler el edificio, lo que corresponda, porque queremos en el futuro la mejor segu­ridad para el paciente y un hospital como los pobres del Cusco se lo me­recen, porque es una deuda histórica del país”, dijo Ciro Mestas, vice mi­nistro de Prestaciones de Salud.

Lo sorprendente de este caso es que el Gobierno asignó la suma de 28 millones de soles para la elaboración del expediente técnico del saldo de obra del Hospital Antonio Lorena, etapa durante la cual debió advertirse a tiempo los supuestos vicios ocultos que demandan la aplicación de tales controles.

El rol de las autoridades locales tam­bién es limitado. Desde la Gerencia Regional de Salud que debería ha­cer constante seguimiento a la obra, recién se han iniciado las gestiones para llevar a cabo estos procesos de control, cuando los mismos debieron demandarse hace bastante tiempo.

De comprobarse las deficiencias es­tructurales existe una gran posibili­dad que nuevas áreas del nosocomio tengan que ser demolidas, lo que terminaría repercutiendo en el crono­grama de ejecución y el presupuesto asignado. Debido a ello se solicitó la creación de una comisión de investi­gación del Congreso de la República que pueda exigir las explicaciones al Ministro de Salud.

La entrega completa del Hospital Antonio Lorena de momento sigue sin fecha definida, el cronograma que se manejó durante los últimos meses que fijó como punto de conclusión diciembre del 2024 ha sido descar­tado, luego que el Minsa aprobó una ampliación de plazo de 4 meses; sin embargo, extraoficialmente se infor­ma que luego de las pruebas se soli­citaría una nueva ampliación hasta diciembre del 2025, lo que pone en incertidumbre la fecha final de entre­ga de la obra.

“Se ha hecho una ampliación de 120 días, pero lo que no nos dicen es que hay pretensiones de la empresa por un aumento de plazo de 130 días más 110 días. Todavía está en evaluación, pero vamos a ver si hay más vicios ocultos.(..) Lo de abril es incierto, no sabemos si (la obra) se acaba en abril, y si aprobarán estos vicios ocultos se­ría (la conclusión) en diciembre (del 2025)”, manifestó Oscar Moreano, gerente regional de Infraestructura.

Mientras los plazos de conclusión del Lorena siguen sin definirse, los más afectados son los usuarios que todos los días acuden desde horas de la ma­drugada al hospital de Contingencia para intentar reservar un cupo para una especialidad médica.

Aunque la atención en el nosocomio empieza a las 8:00 a.m. los usuarios aguardan desde mucho más tem­prano, en pleno frío y sin consumir alimentos, aunque muchas veces ter­minan regresando a sus viviendas sin éxito, pues les informan que ya se agotaron las reservas.

A ello se suma el estado precario del actual Contingencia, con ambientes inadecuados, falta de medicamentos, equipamiento, personal, etc.

Con cada nueva demora, se agrava la situación para los habitantes de Cus­co, quienes han esperado demasiado tiempo por este hospital tan necesa­rio.

Las repercusiones sociales son palpa­bles, dejando claro que la urgencia de resolver estos problemas va más allá de la construcción física misma.

La fecha para realizar las pruebas de carga estática iniciarán el 19 de junio, y podrían extenderse por varios días, aunque ello solo sería el inicio de un nuevo problema, si llegase a identifi­car que es necesario proceder con más demolición de por medio.

En un contexto tan crucial como el Mes Jubilar, donde la ciudad cele­bra su historia y cultura, las noticias adversas sobre el hospital resaltan la necesidad imperiosa de una gestión efectiva y transparente. Los cusque­ños merecen respuestas concretas y acciones inmediatas para asegurar que el Hospital Antonio Lorena se convierta finalmente en una realidad que beneficie a toda la comunidad.

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