INSISTEN EN PROTESTAS CONTRA EL GOBIERNO NACIONAL

Convocatorias cada vez tienen menos apoyo de la ciudadanía.

En el pasado mes de julio, diferentes organizaciones sociales del Cusco se sumaron a la denominada ‘Terce­ra toma de Lima’ con el objetivo de destituir a la presidenta Dina Bo­luarte y al Congreso de la Repúbli­ca. Tras esta acción, en una reciente conferencia de prensa, los dirigen­tes anunciaron que mantendrán las protestas y seguirán manifestando su rechazo hacia los poderes del Estado. Aunque aún no han establecido una fecha definida para el reinicio de las acciones de protesta, ni la mo­dalidad que se emplearán para di­chas acciones, los dirigentes han dejado claro que no se han rendi­do, a pesar de los cuestionamien­tos y denuncias que han recibido por parte de diferentes sectores. “Vamos a continuar en la brega de rescatar la democracia conjunta­mente con las organizaciones a nivel nacional, porque está es una lucha política, queremos rescatar la demo­cracia. Porque los poderes del Esta­do, el pueblo los ha instituido, para que estás instituciones sirvan para beneficio del país, pero, en los últi­mos 30 años estás instituciones sir­ven a un grupo de la élite económica de la derecha conservadora. Nosotros queremos la democratización, por eso vamos a continuar organizan­donos. (…) Tenemos que ser since­ros que tenemos que ingresar a una etapa de reorganización, tanto a nivel distrital, provincial y regional. Vamos a convocar a un congreso regional para poder reoxigenar y dinamizar la lucha política nacional, así como la regional”, expresó Antonio Ma­quera, representante de la Coordina­dora de Organizaciones del Cusco. Sin embargo, el anuncio de conti­nuar con las protestas sociales no está exento de dificultades. Cada vez se percibe menos apoyo debido a que las protestas de meses anteriores ge­neraron una grave crisis económica que afectó la reactivación económi­ca y turística en la región del Cusco. Esta situación ha generado un amplio debate en la opinión pública. Mien­tras algunos ciudadanos respaldan las demandas de los dirigentes sociales, otros cuestionan la viabilidad y per­tinencia de mantener estas protestas en un contexto de recuperación eco­nómica y estabilidad institucional. Además, se han levantado voces que apuntan a la necesidad de buscar mecanismos alternativos para re­solver las demandas sociales, como el diálogo y la búsqueda de con­sensos entre los distintos actores políticos y sociales involucrados. Los dirigentes sociales argumentan que su lucha es legítima y que conti­nuarán en la defensa de los derechos de las comunidades y la justicia so­cial, aunque esto implique enfrentar adversidades y críticas por parte de diversos sectores. Asimismo, también han decidido dar una atención espe­cial a la agenda regional, en la bus­queda de solución a las principales necesidades de la región relacionadas al sector sanitario, educación y otros. “Estamos retomando una agenda re­gional, (¿porqué) en que quedará el hospital Antonio Lorena?¿El nuevo hospital de especialidades que debe construirse en el Cusco en los terre­nos del hospital Regional? Del cual no se habla. La masificación del gas, la (planta) petroquímica tiene que haber en Cusco. Estos temas vamos a reiniciar (a atender)con el gober­nador regional”, aseveró Maquera. En este contexto, las autoridades gubernamentales han llamado a la calma y al diálogo, instando a los dirigentes a buscar vías pacífi­cas y constructivas para expresar sus demandas y preocupaciones. La polarización de opiniones y la creciente desconfianza hacia las pro­testas sociales en el Cusco plantean un desafío importante para encon­trar una salida consensuada y equi­tativa a las problemáticas planteadas por los dirigentes sociales locales. La sociedad civil y las autoridades deben trabajar en conjunto para encontrar soluciones efectivas que atiendan las necesidades y demandas de la población, y que nos permitan seguir reactivandonos.

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