Hasta tres denuncias se han sumado contra profesor que ofrecía mejorar calificaciones.
En los últimos meses se ha emprendido una verdadera batalla legal y social contra los casos de acoso sexual contra estudiantes universitarias. Las dos casas de estudios superiores más conocidas de la región ya habían sido blanco de la crítica no solo por la cantidad de casos reportados, sino por la desidia de sus autoridades para hacer frente a este flagelo y activar los procesos de sanción (en vía administrativa), pero sobre todo activar el protocolo de atención y protección a las víctimas. Sin embargo, en la semana que paso un nuevo caso vuelve a sorprendernos al conocer que también en la Universidad Continental de Cusco, cuyo alumnado creció exponencialmente en los dos últimos años, se estaría dando esta insana práctica.
PROPUESTA. Era el 14 de octubre, cerca de las 19:00 horas, el profesor de matemática de la escuela profesional de Administración, Wilfredo Cano le dice a su alumna de 18 años que se quede en aula para conversar sobre sus notas. “El profesor le hizo quedar a solas a mi hermana (…) le dice que está mal en sus cursos porque tiene 10 en su primer consolidado y 10 en su examen parcial (…) le pregunta a mi hermana ¿qué puede hacer para mejorar sus notas?”, cita el relato del hermano de la víctima en su declaración ante la Policía.
La joven universitaria, según le contó a su hermano, había manifestado su intención de prestar mas atención, realizar ejercicios adicionales o trabajos, pero el docente le dijo que “eso no va a ser suficiente”. Cano además le hace preguntas muy íntimas que hacen sentir incomoda a la joven. Finalmente le dio su número de teléfono, “me llamas si quieres mejorar tu nota”, dijo el catedrático.
DENUNCIA. Al llegar a su casa, la joven relató lo sucedido a su hermano y éste a sus padres, tomando la decisión de interponer la denuncia de inmediato en la comisaría de Saylla. En presencia de dos efectivos policiales y con el aval de sus padres, la joven llamó al docente, quien la citó en el paradero Qollana. En efecto, según el acta de detención, se dio el encuentro. La joven abordó el vehículo de Cano y se dirigieron cerca al penal en San Jerónimo, la policía y la familia vigilaban los movimientos del docente. Estacionó la unidad, conversaron y las autoridades proceden con la intervención. “Mi hermana sale llorando y me indica que el docente le estaba proponiendo ir a su casa”.
Le Habría reiterado las preguntas incomodas, preguntó por sus papas, sus hermanos y si podía llegar tarde a su casa, para entonces ya eran más de la 22:00 horas cuando llevan detenido al docente. De la conversación en el auto habría un audio que será determinante en la investigación. En su defensa, Cano habría referido que tenía la intención de ayudar a la joven, pues tiene una hija de la misma edad.
Desde la universidad privada, su gerente anunció la separación inmediata del docente al mismo tiempo de activar los protocolos de asistencia y protección a la víctima. “En nuestra universidad tenemos tolerancia cero a este tipo de hechos. Además, que está dentro de la normativa de la Ley Universitaria proceder con la separación inmediata en tanto dura la investigación por parte de las autoridades”, dijo Saile Astete. En tanto desde la Defensoría del Pueblo, el representante en Cusco, Óscar Luque, anunció una intervención en la casa de estudios. “Vamos a pedir información sobre el caso y otras denuncias más que se estarían presentando. Nos causa extrema preocupación el hostigamiento en los centros de estudios”, declaró el funcionario.
MÁS DENUNCIAS. Este no sería el único caso. Esa misma noche la hermana mayor de otra presunta víctima también presentó una denuncia en la comisaría de Saylla contra el mismo docente. “Su hermana (de 16 años) le había manifestado que habría recibido la llamada de su profesor en la cual le dijo que la siguió en un auto negro y por qué esa noche no se había subido a su auto y que quería hablar sobre sus notas en su auto”, según la denuncia verbal. Pero además habría una tercera denuncia en circunstancias similares, según advirtió el coronel Gustavo Romero, jefe de unidades especializadas de la policía.